Dijo Andrés Manuel López Obrador el pasado 10 de diciembre, después de la firma del Tratado Comercial, entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) al cual asistió como testigo en Palacio Nacional, y asistieron para suscribir el documento de aprobación de dicho acuerdo trilateral, el subsecretario para América del Norte Jesús Seade Kurí, el representante comercial de Estado Unidos Robert Lighthizer y la vicepresidenta de Canadá, Chrystia Freeland.
Fue una negociación entre los empresarios más prominentes de los tres países y sus respectivos gobiernos que duró 18 meses, porque entre estas naciones, sus respectivos dueños del dinero; pelearon con "uñas y dientes", para asegurar la mayor masa de ganancias a través de la explotación de sus trabajadores que se concreta con la venta libre de sus mercancías.
A 20 años de la firma de este tratado y hoy ratificado por el gobierno de la 4T, se ha desplegado con toda su crudeza el más devastador neoliberalismo del planeta en contra de los masas explotadas de los tres países participantes, pero en particular a las clases laborantes del país; millones de campesinos mexicanos prácticamente fueron expulsados de sus tierras de labranza, ante la imposibilidad de poder competir con los grandes productores agrícolas extranjeros que nos venden diversos productos agrícolas, pero en especial el maíz y frijol, y nos convirtieron en unos pocos años en dependientes alimentarios de Estados Unidos- y tuvieron que emigrar a las grandes ciudades o al extranjero a buscar trabajo en los centros fabriles.La industria mexicana, se convirtió en la maquiladora más grande del mundo por la inversión de capitales extranjeros en nuestro país; así mismo, varias empresas estratégicas mediantes las cuales nos permitía mantener cierta independencia económica y soberanía del país; abrieron sus puertas al capital extranjero, como fue PEMEX, Ferrocarriles Nacionales de México, Comisión Federal de Electricidad, entre otras.Capitales foráneos también que se han aprovechado de nuestra minería, de nuestras tierras, aguas, recursos maderables, etcétera.
Y los capitales criollos, claro que también aumentaron a costa del saqueo a nuestro país y a la explotación más inmisericorde hacia los trabajadores por la paga de los salarios más miserables del planeta, tan es así, que la mayoría de los mexicanos prefiere ocuparse en el empleo informal, antes que trabajar de jornalero en el campo o de obrero en las fábricas según datos del INEGI el 64% de los mexicanos labora en el empleo informal-.Estos salarios son tan exiguos, que los propios empresarios mexicanos en días pasados, le propusieron al gobierno de AMLO, que se diera un incremento del 20% al salario mínimo, salario que en los hechos; hace ya varios años ninguna persona gana y ni de chiste aceptaría; y mejor le busca en empleos informales, como lava carros, ambulantes, taxistas, aseadores de calzado o domésticas.
¿De qué se alegra el autor del libro de la Economía Moral por la firma del T-MEC? De los abrazos y felicitaciones que le brindan los grandes potentados del Consejo Coordinador Empresarial Mexicano y otras cámaras de empresariales; de los capitalistas extranjeros y de sus gobiernos ultra neoliberales.
¿Parecía imposible la firma del T.MEC? Nunca.Porque el gobierno de AMLO, ni de Estados Unidos y Canadá, pueden escaparse de la vorágine del neoliberalismo más rapaz del planeta. En este país no ejerce el poder "El Gobierno de la Esperanza", sino los dueños del dinero nacionales y del extranjero.
Esta nueva firma del tratado trilateral le ha dado un poco de oxígeno a la economía imperialista Norteamericana, pero a la mexicana no.Mantenemos un atraso abismal con las economías de los otros dos países socios del T-MEC y una dependencia peligrosísima hacia el extranjero como nunca en la historia del país.
México aún espera ser una patria soberana, independiente y robusta en el terreno económico; pero no será con gobiernos sumisos y agachones con el imperialismo.Hace falta un fuerte impulso a la educación, a la ciencia y tecnología, para no depender de la tecnología extrajera y un nuevo cambio de modelo económico, que ponga en el centro de atención a los sectores laborantes del país, que darán empuje por nuevos derroteros los destinos de México; y en ese proyecto y en esa idea, por buenaventura, está el proyecto de Antorcha, que en estos festejos del 45 aniversario, lo despliega a todo el pueblo de México, llamando a todos los mexicanos a la unidad y luchar por un país más próspero y de justicia social.
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